Hemos evolucionado hacia nuevas marcas
Una de las crisis más profundas que hemos atravesado está cambiando nuestra vida en muchos aspectos. Nada es diferente pero todo se transforma, la esencia permanece pero algo ha cambiado.
Un ejemplo más lo encontramos en las marcas, ni fabricantes ni distribuidores estan dispuestos a mantener más tiempo una guerra insostenible. Llegados al "salvese quien pueda" seguramente vivamos una evolución lógica entre la relación fabricante-distribuidor en la que nadie pierda y ambos mantengan el mayor número de consumidores.
Los distribuidores quieren diferenciarse entre ellos y el precio nunca es suficiente, por ello buscan ofrecer productos exclusivos que fidelicen a sus clientes. Dicha diferenciación puede haber vuelto de la mano de las marcas de los fabricantes que ponen a la disposición de los distribuidores productos fabricados exclusivamente para ellos con su garantía, calidad e innovación.
Hablamos de volúmenes de ventas importantes y los fabricantes no pueden quedarse al margen además pueden aprovechar para seguir promocionando su imagen si el producto sigue siendo de calidad, aunque sea de forma compartida con la marca blanca. Ya no tienen miedo de canibalización entre marcas (como pasó hace años), debido a los cambios producidos por la crisis.
Ahora mismo, Tarradellas puede estar presente en Mercadona bajo la marca Hacendando sin dañar sus ventas o imagen a través de otro distribuidor. El consumidor valora el esfuerzo de las empresas para adaptarse, competir y mantener la calidad. Fabricantes y distribuidores capaces de generar sinergias con marcas hibridas para ofrecer mejor relación calidad - precio tienen muchas más opciones de sobrevivir a una de las mayores crisis de la historia.
Han llegado nuevos tiempos y con ellos una relación más profunda entre las marcas, dando lugar a las marca hibridas.
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